miércoles, 10 de agosto de 2016

COMO LA VIDA MISMA. Capítulo 71. Choque de administradores












-¿Lo sientes? ¿Sientes cómo atraviesa mi cuchillo tu carne?
-A-a-alex, no lo hagas. P-por fa-avor. Te lo suplico. Aún estás a tiempo de cambiar todo no-no hagas esto, tú no eres así.

Lo cierto que un poco jo´puta sí que es.

-Maldito "puser" tu reinado  de mierda terminó-Alejandro clavó el puñal más hondo y esbozó una sonrisa arcaica mientras la sangre caliente le mojaba la mano- Ya se acabó, ahora descansa y contempla el derrumbamiento del Queroseno. Tú religión, tu maldita religión solo ha causado problemas a nuestro grupo, y no lo debo permitir. ¿Sabes? en el fondo eres como yo. No somos como las otras personas que se conforman con estar en un grupo, no. Nosotros somos más que eso.

Alejandro sacó el puñal y lamió la hoja afilada dejando un fino hilo de sangre en la comisura de sus labios. Miraba irónicamente y de nuevo puso la sonrisa de hater de mierda que suele poner cuando sabe que lleva las de ganar (que son pocas veces, pero le hacía ilusión)

-Una nueva era comienza, y te juro que campeonaremos, todos campeonaremos.

Fueron las últimas palabras que escuchó aquel joven antes de que el Pequeño Dictador clavase el arma otra vez. El Traidor, el Enano, el puto mameluco de Álex, era el dueño de nuestro grupo de WhatsApp. Diréis que vaya tontería para escribir un blog, pero resulta que me estoy quedando sin ideas, por eso mismo voy a adornarlo un poco.

Unas semanas antes.

Era la primera noche en mi bar, como os dije en el anterior capítulo, aún no teníamos nombre ni nada, pero a pesar de todo, estaba en la puerta, sudando, temblando y con la misión de meter gente mientras mi compañero Adnan aguardaba en la barra.

Tiene cojones que siendo el dueño del bar me estuviese comiendo yo el curro.
Luego aprendí el  noble oficio de ser un verdadero burgués jodiendo al proletariado.

-"Vamos a ver, Carlos"-Me decía a mí mismo-"Es sencillo, muy sencillo. Solo tienes que parar a unas personas, saludarlas, tal vez gastar una broma sutil y ofertar las copas. Es shimple. Creo que un futuro psicólogo podrá hacerlo bastante bien. Vamos a ello."

-Bu-bu-buuuu-e-nasss.
Dos personas se pararon ante mi saludo y me miraron fijamente.
-H-hola.
Seguían mirándome. Y yo, pobre de mí, comencé a sudar por cada extremidad de mi cuerpo. No es sencillo, es peor que exponer en clase. Por lo menos cuando en clase tienes una exposición, no te escucha ni el profesor.Aunque siempre hay un rarito que toma apuntes. Esto era distinto, tenía a dos personas con los ojos abiertos esperando a que dijese algo que no fueran los gruñidos de una persona con esclerosis lateral amiotrófica que estaba soltando..

Vale, aquí me he pasado.


-Bueno-dijo una de las personas-¿Qué nos ofertas?

Paralizado, me quedé paralizado. No, peor que eso. Me quedé confuso, tanto que me herí a mí mismo. Se nota que seguimos con la mierda del Pokemon Go.
No conocía las ofertas. No teníamos ofertas, joder. No sabía ni qué narices vendíamos.

-¿Tenéis Santa Teresa?
-"¿Que narices es eso?"-Me dije en voz baja-"No te pongas nervioso, no te pongas nervioso. Muévete, pedazo de mierda. Diles que aquí vendemos cerveza, y haz que entren al puto bar. Vamos, mueve el culo, joder".


Y...





























Sí, creo que me estoy pasando demasiado.
Vayamos un poco más adelante.


Unos días después.

Los primeros días fueron nefastos. Con suerte podían entrar unas cuantas personas contadas y únicamente tomaban dos copas al precio de una gracias a una oferta que me inventé. Un prodigio del marketing; el 2x1.
De todas formas, no era suficiente y mis dotes como relaciones dejaban mucho que desear. Ah, por cierto, creo que Jorge por esos días ya estaba conociendo a Sara. Como dato.
No funcionaba. Necesitábamos un relaciones, alguien que de verdad supiese cómo iba el cotarro del lugar. Adnan me dijo que conocía a alguien, al mejor sin duda, como dijo él. La persona que nació para eso.

-Pues yo conozco a un relaciones que es el puto amo, pero eh... Increíble. Te juro que es un puto loco pero no hay nadie mejor que Jose.

La leyenda de cómo conocí al relaciones de Rock Studio está a punto de ser mostrada.

-¿Pero cómo es? Espero que no sea ningún pintas.
-A ver, no te voy a mentir-Lo hizo-No es un pijo de camisa, pero no es un pintas. Pero, eh, te juro que es el mejor de todos.
-Bueno, bueno. Está bien, dile que venga mañana. Además así empezará con la nueva. A ver qué tal se nos dan esos días.
-Con Jose el Relaciones te aseguro que muy bien.


Al día siguiente yo aguardaba en el bar, hablando con la chica nueva. Se llamaba Disha y era de un país del este de cuyo nombre no tengo ni puta idea. Seguramente sea de esos que solo aparecen en la galas de Eurovisión. Era una chica larga, muy larga, delgada y con un rostros caído y triste. Pelo pajizo, mirada inexpresiva y a riesgo de ser machista, plana como una tabla de planchar. No es machismo si en tu descripción de Tinder te declaras feminista. Como otro dato.
En ese momento alguien o "algo" abrió la puerta...


-Hola-gritó-¿Eres Jorge?
-Dios de mi vida.

 Un hombre, por así llamarlo. Con una barba de tres días, pelo largo y sucio. Una mirada perdida, como la mía cuando bebo demasiado. Llevaba puesta una camiseta posiblemente de la época de la Movida, unos pantalones anchos color caqui (he tenido que buscar en Google el color caqui) y medio rotos. Desprendía un olor peculiar, por no decir que olía a sudor, orina y  marihuana en plan concierto de rock. Un tío sin luces, poco avispado, seguramente no sabía ni dónde coño estaba. Pero ahí se plantó, delante mía, con aquella sonrisa que le delata, la baba se le caía y volvió a hablar.

-¿Eres Jorge?

Y así fue cómo conocí a Jose.

-No,no. Soy Carlos, Carlos. Hola, Jose. Supongo que serás el amigo de Adnan ¿Qué tal? Si quieres te explico cómo va todo.

Una larga pausa.

-Eeeh sí, sí... Dime.
-Ahora tenemos una promoción que es un 2x1 en copas. Solo hay que decir eso.
-Sí, sí.
-Ponemos rock, alternativa y cosas así ¿Vale?
-Sí, Jorge, sí.
-Carlo-Sonreí.
-Sí, sí. ¿Cuándo empiezo?

Sí de algo estoy orgulloso de contar en este blog son las hazañas de este hombre. Pero ya llegaremos a ellas.

-Pues hoy mismo ¿te parece?
-SÍ, JORGE.

Tardó nueve meses, nueve putos meses en aprenderse mi nombre. Ya llegaremos a ello. Pero ahora hablemos de la historia que se conoció como El Choque de Administradores.
Es normal si ahora mismo sentís que se os eriza el vello, se llama vergüenza ajena ante estas frikadas que suelo subir.

Varios días antes.







Como bien sabéis, lectores, yo ya no era el administrador, lo era el fascista de Álex, por la tanto ese poder ya no lo tenía. No obstante, el grupo se seguía llamando Queroseno aunque yo renunciase a tal nombre. Luego volví...
Un día, el grupo y yo, anduvimos por donde siempre solemos salir. Aquella vez nos encontramos a una persona. Álex fue el primero en saludarla y es que era una amiga suya de la universidad.
Y así fue cómo conocí a Raquel.

Raquel era una chica rubia, de ojos azules y estoy hasta la polla de hacer descripciones. Estaba buena. Punto.
Álex bromeó con ella, la dios dos besos y se despidió de nosotros de forma muy rápida.
Fue entonces cuando empecé a molestar al valiente hijo de perra de nuestro enemigo para que se trajese a Raquel a un posible evento que quería hacer en mi casa. Y así lo hizo.

Aquel Carlos que juró no dar ninguna fiesta más había muerto, no obstante, si se podía seguir haciendo ciertas reuniones de amigos en las que no pasa nada. Vamos, a lo que anteriormente he llamado "fiestas". Es más, ese mismo año hice una fiesta con desastrosos resultado, pero de nuevo me adelanto.

Éramos unos cuantos amigos en la terraza de mi casa. Amanda, Álvaro, Perona, Sergio y más. Cuando llegaron las dos amigas de Álex, la cosa cambió un poco. Se presentaron Raquel y otra amiga de la universidad que se llamaba Paula. Y paso de hacer otra descripción, también estaba buena.

No os mentiré... Bueno, suelo hacerlo en el blog pero ahora de verdad os lo digo, la fiesta era un tremendo coñazo. Unos cuantos se metieron en la piscina y otros, tristemente se quedaron bebiendo una lata de cerveza. Chicos, en aquel momento vi salir a Raquel de la piscina y, sí, me dije que estaba muy muy bien. Esto sigue sin ser machismo. Además, el traidor de Álex me llegó a confesar que ambos guardábamos muchas cosas en común, y pensé "¿Por qué no? No pasa nada por intentarlo"

Pero para mi desgracia, Perona al ver que Raquel salía de la piscina y no llevaba toalla, compartió la suya con ella. Y ufff, chicos... Ahí vi peligrar todo.
Espero que se vea mi ironía. Meses después Perona me llegó a decir que en ese momento hubo tensión...
Se viene comentario.

Como la noche estaba siendo un fracaso y mi padre iba a llegar en nada, Amanda propuso ir a su casa para continuar el falso jolgorio. Y así hicimos. Por el camino hablé con Raquel de miles de cosas, la mayoría de cosas frikis: Star Wars, Alien, Harry Potter e incluso le enseñé que me sale a la perfección la voz de Stich. La verdad que sentía que podía haber algo.

TODO GRACIAS A QUE PERONA NO SIGUIÓ COMPARTIENDO TOALLA CON ELLA. BENDITO SEA DIOS, PADRE TODO PODEROSO.

Y, chicos, nada más entrar a la casa de Amanda fue cuando me dije que era el puto momento.









Seguía hablando con Raquel y notaba que debía lanzarme ya, pero no sabía cómo. Necesitaba algo que fuese un mediador o algún artilugio que sirviese de detonante de la chispa. Y me cago en todo, me estoy volviendo homobloguero.

Entré a la habitación de Amanda.

-"Joder, deber haber algo"-Me dije-"Piensa, joder"

Vi un oso de peluche, una marioneta, unas esposas... Una esposas... Sí.

-"Dios, esto es. Con esto me puedo inventar algo"

Y en ese momento entró ella y...





























Me siento muy mala persona.
De todas formas, cogí lo primero que pille y le dije que me acompañase fuera para seguir hablando.
Cogí un muelle. Sí, un puto muelle.

En el portal de la casa de Amanda jugamos con éste... Puto muelle, pero nada. No había chispa. Algo hacía mal. Como jugar con un puto muelle. Aunque tuve una de las mejores conversaciones de mi vida, os juro que de la más divertidas, quería ya hacerlo. Por lo tanto, sin saber muy bien cómo, acabamos en la habitación del padre de Amanda, sentado en la cama de matrimonio. 



-Eeeh eeh sí. Qué gracioso el muelle-reímos los dos por un puto muelle.
-Sí, sí.
-Y oye-Me aventuré-Dijiste que sabías hacer técnicas de socorrismo.
-Sí, así es.
-"Vamos, Carlos, haz algo con esto"

Y chicos, si fue patético lo que le pedí a Marta en la mesa de Dubliners en su día esto fue peor, mucho peor.

Me tumbé, me hice el ahogado y puse una cara de perro moribundo, literalmente. Y, sí, podéis volver a sentir esa vergüenza ajena. Pero por gracia del Destino, ella siguió el juego y sin querer, surgió el último Queroseno.

Bueno, por gracia del destino y por PERONA QUE GRACIAS A ÉL Y A QUE NO COMPARTIÓ MÁS VECES LA TOALLA, ESO PUDO SER POSIBLE. 

Aquel no fue el último día en que la vi, habría más y construyeron un increíble verano. Pensé que tal vez me hubiese precipitado al abandonar el Queroseno de esa manera. Pero, queridos lectores, otros acontecimientos pasaron.

Por otras razones, el grupo empezó a creer que  decir "Queroseno" estaba maldito, Sergio y Álex experimentaron sucesos para creerlo. Por eso mismo, un día me desperté con un nuevo nombre de grupo. Álex proclamó el "Campeonamos". Podéis pensar que es una chorrada total, seguro que lo es. Pero desde ese momento, mi suerte se fue a la mierda, mientras que otros triunfaron.

Lo importante es que fue en ese día cuando recibí una de las noticias más dolorosas de mi vida. Una mañana de verano abrí el ordenador y observé que me llegó un email. El mundo se paró por completo cuando vi que no me cogieron para estudiar psicología, y por lo tanto, mi sueño de ser psicólogo se esfumaba.